Alegría doble o doble castigo

El que golpea primero, como Jasper Philipsen, tiene premio doble, con victoria y primer liderato. Los que pierden primero, como Remco Evenepoel, Primoz Roglic y Carlos Rodríguez, tienen castigo doble. En la clasificación y en la confianza. Este es el resumen de la primera etapa de este Tour de Francia, que empieza con días muy nerviosos, a la antigua usanza. La primera etapa desprendió tensión. Son días que consumen, que te cargan hasta la zona cervical. Y que pueden pillarte con el pie cambiado, como pasó. Me sorprendió, especialmente, el caso de Evenepoel, que se suele desenvolver bien en este tipo de jornadas y que tenía el aliciente de vestirse de amarillo con la contrarreloj de Caen. Ahora, le tocará remar desde atrás.

De la quema, se escapó Enric Mas, con un Movistar que estuvo muy bien y que, ojalá, siga así en los próximos días. Y también se libraron Jonas Vingegaard, muy arropado por un Visma que desató el caos, y Tadej Pogacar, que sólo llegó con Tim Wellens, pero le bastó. Son diferentes formas de correr. Este domingo, tendrán otra prueba. Una más dura, pero, posiblemente, con menos problemas para los hombres de la general. Será un día muy bonito, como una clásica, sube y baja. No hay un metro llano en los últimos kilómetros. No descarto a Pogacar. Le van los retos. Y a este Tour parece que también.

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