Nico Guillén, el talento que dijo no al Real Madrid
Con 17 años, el onubense brilla en el primer partido de la era Almeyda. Llegó a Nervión con solo seis años y el Sevilla confía en que pueda dar el salto.
Nico Guillén fue una de las escasas notas positivas del primer partido de verano del Sevilla. El canterano marcó el único tanto de su equipo en la derrota por 1-3 ante el Birmingham en Faro. Entró en escena en el segundo tiempo para tratar de liderar una reacción que no llegó, aunque acortó distancias tras el 0-2 con un gol que refleja sus virtudes sobre el césped. Una anticipación notable, un ajustado disparo que despertó los aplausos de todos. Aunque al nuevo Sevilla de Almeyda le sirviera de poco.
Guillén tiene 17 años y está en las filas del conjunto sevillista desde los seis. Con esas edad se fijó el club nervionense en este medio centro tras verlo en un torneo de Portugal. Natural de Huelva, jugaba en el Tartessos hasta que el Sevilla le ofreció la oportunidad de unirse a su cantera. Había dilemas, pero el chico no lo dudó pese a tener que desplazarse cada día hasta la ciudad deportiva hispalense desde su tierra. Su madre relata ese momento en una entrevista en Huelva Información: “Nos daban la opción de probar. Si el niño se cansaba, pues nos darían la ficha para volver a Huelva. Pero no se cansó”.
A partir de ese momento su aventura tomó velocidad de crucero y hoy es una de las piezas más codiciadas de la cantera sevillista. Tiene fuerza, carácter y una zurda que promete más momentos de altura. El proyecto de futuro es claro, aunque el jugador también tuvo otras oportunidades en el pasado. “Lo llamó el Real Madrid y no se quiso ir”, comenta la madre del futbolista. Su presente está en el Sevilla y también en la selección española, con la que acude desde que fue llamado por la Sub-16.
“Si puedo llegar a lo más alto en el Sevilla, mejor. Es el club en el que me he criado”, relató en una entrevista. Su misión es hacerse un sitio en el filial sevillista esta misma campaña pese a sus 17 años, mientras que de reojo ya vislumbra otro objetivo que no debe ser utópico: ganarse la confianza de Matías Almeyda y soñar con oportunidades en un Sevilla en construcción. Su carta de presentación pareció inmejorable.
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