El regalo fue para Kika
La futbolista del Barcelona volvió a jugar cuatro meses después y la selección portuguesa, ya con ella fuera del campo, logró un empate que le da esperanza.
Si hay algo que nunca hay que olvidar es el camino de regreso. A casa, al fútbol o a un gran torneo. Kika Nazareth volvió a vestirse de corto y competir sobre un terreno de juego ayer. Lo hizo como gran novedad y esperanza de Portugal en esta Eurocopa. Cuatro meses después de romperse el ligamento lateral interno del tobillo izquierdo, pasar por quirófano y romper en lágrimas en el entrenamiento previo a la gran final de la Champions que el Barcelona disputana en su ciudad, Lisboa, Kika se calzaba las botas para volver a sonreír sobre el verde.
Lo hizo con la presión de ser una de las cinco novedades que Francisco Neto planteó para cambiarle la cara a una selección que cayó derrotada por 5-0 ante España. También con la responsabilidad de ser la futbolista con mayor proyección de un país que en 2023 participaba por primera vez en un Mundial. Pero las cosas —casi— nunca se consiguen estando sola.
Kika fue sustituida en el minuto 84 con 0-1 en el marcador para Italia. La delantera del Barcelona se había desfondado sobre el campo en su primer partido en cuatro meses. Portugal estaba eliminada con ese resultado. Pero sus compañeras le tenían guardado un regalo. Un empate que, como el regreso de Kika, da esperanza a las ibéricas.
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